La Isla de los que somos

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A pocos días de empezar con unas elecciones bien polémicas en este país al que llevo años llamando patria, el tema de la democracia, y la soberanía, debo decir, se me han trasformado. Tanto así, que sin saber ni sospechar los resultados me provoca irme para una isla. Pero no cualquier isla, sino LA ISLA.

 

Siempre pensé que a “los malos” debíamos haberlos mandado a una isla al mejor estilo alcatraz, un trozo de tierra rodeado por agua, aislado y custodiado por fuerzas naturales para que tuvieran que sobrevivir entre ellos y que se salvara quien pudiera. Claramente la política es cuna de mucho ladrón y los demás pillos o crueles o rompecorazones también podrían ir a poner su granito de arena a este paraíso fiscal. Como sería de magnifico aglomerar a todos estos “vivos que viven de los bobos” amparados por la brisa y el mal. Es más, creo que sería una buena segunda oportunidad para que pudiesen verse en el espejo y vivir en carne propia los latigazos de tanta trampa, tanto engaño, tanta chambonada y sobretodo tanto egoísmo.

 

Pero la verdad es que, aunque creo que sería una buenísima idea eso de “la isla de los malos”, hoy me parece mucho más entretenido una isla con mis buenos. Una patria nueva pero no boba, que volviese a lo básico, y a lo valioso, para que como bien lo dijo la Oreja de Van Gogh:  “palabras como patria o porvenir, bandera, nación, frontera, raza o destino; tuvieran algún sentido para mí”.

 

Pues bien, decidí escoger darle visa a cada uno de mis preferidos y asignarles el cargo más apropiado para mi nueva patria isleña; virgen, soleada y con todo por construir.

 

Empecé por escoger a nuestra presidenta, coordinadora, administradora ejecutiva y líder inspiradora. Luisa mi sobrina de 8 años sería la perfecta para ese cargo. Brillante, limpia de soberbias, creativa, curiosa, inquieta, sensible y lo mejor de todo MUJER. De hecho, previo a entregarle el cargo número uno de nuestra patria, hicimos una votación interna familiar y el voto fue casi unánime y ojo, lo mejor 0% de abstención.

 

Laura sería nuestra primera dama, porque claro, toca tener a alguien que se preocupe por todos, que congregue, que embellezca y que ponga a mover la economía con gastos, eventos, y negocios.  Mucho empleo fomentaría Laura. Una persona generosa exagerada para que nuestros ciudadanos pudiesen entretenerse y enorgullecerse de todo lo que brilla, aun cuando no sea oro.

 

Lina sería la perfecta Ama de Llaves y Jefa de mantenimiento y reparaciones de palacio. Es que es importante tener alguien que esté encima de todo, de cada detalle y sobretodo que hace que las cosas pasen y que pasen bien. ¿Se imaginan el palacio con grietas o humedades invasivas? Que va; ¡Lina a la carga! Eso sí de cocina pocón pocón, pero bueno Paula nuestra Ministra de Educación que además de poner en cintura a todo un pueblo en crecimiento y con necesidad de conocimiento, contribuiría con un par de exquisitas recetas que sin duda nos harían perder a bocados la línea y en ultimas, también, la cintura  .

 

La Cancillería se la llevaría nuestro Santiago, porque isla es isla, pero inmensidad es inmensidad y requerimos de alguien habilidoso que pueda resolver problemas con un poquito de elemental charm. Cualquier isla “alcatrazuda” o cualquier estado fronterizo que decidiera participar desde lo lejos con nuestro pueblo, bien sea para integrarlo o espantarlo, se enfrentaría a su toque mágico. El IDRD también estaría en sus manos para ponerlo a punta de disciplina en altos niveles de competición.

 

Seguimos con nuestro Ministro de Hacienda. Un poderoso que cuidara, multiplicara e invirtiera la plática como Dios manda. Este cargo era fácil de adjudicar, Alejandro sin duda era el ideal. Tendríamos un manejo de recursos mesurado, estratégico que tomaría gran parte del presupuesto nacional y lo destinaría a todo lo social. Magnifico y justo eso de que la riqueza sea distribuida así.  

 

Y para impartir justicia y defender igualdades en caso de que alguno comenzará a perder el rumbo, Valentina sería nuestra justiciera y Fiscal General. Solo ella tendría facultad de expulsión, censura o destitución y pondría a más de un macho tradicional en regla. Un gran Ministerio de Injusticia lideraría nuestra Pepa.

 

Necesitábamos a un jefe de Fuerzas Brutas Desarmadas e Infantería de Marina, para contenerlo todo. Tito tendría a nuestro ejército sin armas y haciendo cualquier cantidad de entrenamientos que les harían brotar más de una vena constructiva a todos. Como un buen mosquetero se dedicaría a liderar con la premisa de “todos para uno y uno para todos”. Construiría un país a punta de felicidad.

 

Nuestra Comisión de Acosaciones, la lideraría Restrepo para que Luisa mientras crece, no se le vaya a ocurrir irse por el camino de alcatraz con toga ajena. Pero como le tenemos tanta fé a nuestra Jefa de Estado seguro que Restrepo tendrá tiempo de sobra. Entonces nuestro Jefe de Infraestructura y funcionario del IDU se dedicaría a proponer, diseñar y supervisar cada uno de los proyectos de desarrollo a ver si en esta isla logramos tener nuestros puentes, túneles, puertos, acueductos y autopistas lejos de los carruseles y los carteles.

 

Para la infancia que sería prioritaria habría tanto presupuesto destinado por Dávila que nunca faltaría poder para ejecutar las ideas y para darle amor a todos. Anamaría llenaría de sonrisas a niños y niñas; los solos y los acompañados por igual.  No podría imaginarme nadie más perfecto para manejar con un gran arte y gracia nuestro Bienestar Recontra-familiar.

Desde luego que la cultura no podría dejar de ser importante. Natalia caminará en puntas sin miedo a las cascaras de huevos, para conducir a muchos de nuestros compatriotas a punta de fouettés a que usen sus talentos para hacer sonreír en masa a espectadores de todos los estilos y gustos.

No hay nadie  para mantenernos mas en la jugada y fieles a la época y a los cambios que María. El Ministerio de Ciencia y Tecnología estaría al día, sería de avanzada y bien sociable; entre redes, chats y movimientos televisivos estaríamos en manos de quien además de conocedora, es también quien ha probado, aprobado o vetado toda la innovación y los últimos gritos de la moda con conocimiento de causa. Nos tendría conectados y a la vanguardia.

Como nada más sano que una buena oposición, Lucho a punta de cultura general y buena labor periodística, lectura y conocimiento sería el perfecto Líder Comunitario. Porque cualquier patria que no es cuestionada, afloja y se acostumbra a dejar de incluir la maravillosa diversidad dentro de su agenda nacional.

También claro, me encantaría robarme tanto talento y tanta entrega de esta tierra en decadencia y tener a mis amigos como compañeros de frontera, porque aun cuando lo pequeño en más fácil de manejar, lo amistoso es desde luego más divertido de gobernar.  

¿Bueno y yo qué? ¿A qué cargo debo apuntarle? Pues creo que no me resta más que gozarme el ministerio de turismo y de comercio exterior. Seduciendo a más de uno que quedó rezagado en continentes olvidados, a viajar, venir y visitar un país; que similar a uno que algún día conocí, fue donde el único riesgo era quererse quedar.

Tranquilos que mi próximo blog será sobre religión por si este tema les resulta denso. Ahora a tenerle fe a lo que se viene para poder soñar con que mi isla siga siendo mi actual patria y no esta burbuja de sueño sin pasado.

SALGAN A VOTAR, PORQUE TODAVIA TENEMOS DERECHO A SUFRAGAR!!!